Boikot a Stradivarius y Bershka

Yo ya he boikoteado a Bershka un par de veces. Solo me dedico a no entrar en la tienda, pero bueno. Por lo menos asï mi autoestima no se destruye tan estruendosamente.
Sï, entrar en estas tiendas supone un peligro para la cabeza, la autoestima, y el estado mental en general.

En teorïa se trata de tiendas de ropa femenina, es decir, ropa para la mujer, para el cuerpo de la mujer.

Sin embargo, lo que una se encuentra cuando entra allï es, lo primero, un máximo de talla 38 en los pantalones. En algunos casos, 40 y si tienes suerte 42 (de la 44 ya ni hablamos)

No conformes con eso, los putos diseñadores tambiën tienen manïa a las formas curvas de nuestro cuerpo y para poder extraerlas de la imagen social, se dedican a crear vestidos, camisetas y abrigos estilo plancha que crean una imagen de globo si no eres, efectivamente, como una plancha.

Boikot a Stradivarius y Bershka porque una talla 40 es como una 38 y una 38 como una 36 y una 36...
Porque asï tiene que haber anorëxicas a la fuerza
Porque encima sus prendas siempre destiñen y se les caen los botones cuando los compras.
Porque las modelos de los folletos siempre tienen una cara enfermiza.
Porque nos obligan a comprar la ropa de la nueva temporada.
Porque controlan todo lo que nos gusta.
Porque nos obligan a que nos guste.
Porque ahora han sacado una horrible moda de llevar jerseys estilo yanki con copos de nieve y flecos en las botas estilo Pocahontas, cosa que hace apenas dos semanas era de gente rancia y cutre.
Porque los espejos siempre adelgazan.
Porque el tiro de los pantalones siempre es mäs corto de lo normal.
Porque siempre ponen de moda todo lo que pillan y de repente todo el mundo es jipi , punk, pijo o vete tü a saber quë.Y porque, yo por lo menos, siempre salgo cabreada de allï y eso no puede ser sano!!