Es que cualquier precaución es poca cuando hablamos del número 13. El número maldito.
La aversión por este número nos viene de antiguo y está tan enraizado en el ser humano que hasta ya tenemos una enfermedad con su nombre y todo, se llama triscaidecafobia, nombrecito por cierto, que de por sí ya produce cierto cangue.
¿Pero de dónde nos viene este irracional miedo por un número en apariencia inofensivo?. Los orígenes son tan inciertos como la mala suerte que dice traer y los motivos pueden ser numerosos.
Quizás sea porque el doce es considerado como el número de la integridad como demuestra el hecho de que haya 12 meses en el año, 12 horas, 12 apóstoles, 12 signos del zodiaco, 12 tribus de Israel, 12 dioses en el Olympo, etc. Por eso quizás, en contrapartida, el 13 es un número imperfecto y de mal augurio.
Jesús era el apóstol 13 en la última cena y no hace falta que cuente como acabó.

Si además de todo esto, al número le sumamos un día de la semana al que también le tengamos ganas, tenemos por resultado la superstición completa. En España, Latinoamérica y Grecia los días nefastos son los Martes. ¿Motivos? Pues también variados y peregrinos. Uno de ellos es que según la leyenda, fue un Martes trece cuando se produjo la confusión de lenguas en la torre de Babel.
También existe un origen medieval, cuando en un Martes de 1453 cayó Constantinopla en manos de los infieles. Ésto unido a la relación del Martes con Marte (dios pagano de la guerra) hizo que la cristiandad lo considerara desde entonces un día maldito.

Sea como fuere,

PERO ANTE TODO ESTO TENGO QUE DECIR QUE MI NUMERO FAVORITO, DE LA SUERTE O COMO LO QUERAIS LLAMAR ES EL 13!!!!! Y NADA MALO ME HA PASADO.
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